domingo, 8 de julio de 2018

David Carmona y Agustín Diasserra, dos alquimistas en El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa


La verdad es que a los conciertos de EL DORADO Sociedad Flamenca Barcelonesa el público viene siempre muy arreglaito. Y es que hay días que son para ir a la Sala Sandaru de punta en blanco, con la cara lavá, perfumao y con la camisita limpia. Limpia y reluciente como la guitarra y las percusiones que íbamos a escuchar esa noche. Y esa es la cosa, que ahí estaban los socios y amigos de El Dorado SFB, perfectamente maqueaos, con la misma sed y con la misma alegría de siempre. Llenando el auditorio para ver el primer concierto del año.
¡Y que concierto!

David Carmona, guitarra flamenca
Agustín Diassera, percusión (cajón, bodhrán y tinaja udu) 
Jueves 20 de Enero de 2018. Sala Sandaru de Barcelona  
Fotos: Joan Cortés

Cuando se apagaron las luces subió al escenario David Carmona, pantalón oscuro y camisa blanca. De momento, se encerró el solito con una soleá tan solemne como luminosa, tan misteriosa como lúcida. Profunda. 

Y ahí se ganó al respetable. David tiene eso que en literatura se llama “voz propia”. Su forma de tocar, las armonías con las que alimenta y engalana su música, sus silencios, su pulsación -singularmente la forma en que golpea las cuerdas con el pulgar- e incluso esos rasgueados que cierra de forma tan personal, hacen que reconozcamos de lejos sus andares sonoros, sus hechuras flamencas, su voz.

Durante toda la noche, tuvo el detalle David de hacer una pequeña introducción a los temas que iba tocando explicándonos no tanto los palos o estilos que nos iba a interpretar ni su origen, sino el proceso creativo por el cual ha caminado componiéndolos hasta concluir con la publicación del disco que venía a presentarnos “Un Sueño de Locura” (Nuevos Medios 2017).

Siguió el guitarrista granadino con una taranta íntima, doliente y evocadora. Las palabras de David sobre el sufrimiento del creador, sobre esa lucha interna por encontrar el camino, resonaban todavía en nuestras cabezas y tomaban cuerpo en esta interpretación llena de sentido y de sentimiento.

Para la ocasión, David Carmona vino acompañado de Agustín Diassera uno de esos locos maravillosos que dibujan texturas, atmósferas y paisajes con un cajón, un pandero, una tinaja..
Y con esos mimbres y con muchísima delicadeza pintaron los dos una noche inolvidable. Porque ya con Agustín en el escenario, David se dejó ir en unas Alegrías asomándose a esos aires gaditanos y acercándonos la Sal y el acento ya familiar y presente en todo el auditorio de su admirado maestro Manolo Sanlucar.

Bulerías del mixolidio, fandangos de Huelva.. una suerte de diálogo sonoro lleno de matices, de silencios, de complicidad.  David Carmona y Agustín Diassera enfrascados como dos alquimistas en busca de la verdad. Los dos, allí, en el escenario, tan cerca y tan lejos. En su mundo. ¿Y el público? A estas alturas estábamos ya rendidos a la magia, hechizados.

Tocó David un par de piezas más en solitario: unos tientos compuestos ya hace algunos años y una tema titulado “Búscate por ahí” con ecos levantinos y donde vuelve a sumergirse en el modo mixolidio. Con el regreso de Agustín Diassera al escenario, otra bulería, esta vez con “motivo impertinente” y un tema que en el disco lleva por título “El detalle” una pieza muy bien averiguá, a ritmo de soleá pero con una cadencia lenta y lejana, casi de blues.


Para terminar unos Tangos de su último disco donde ambos instrumentistas se mostraron tan sugerentes como llenos de picardía. Al finalizar, el público, feliz y agradecido, se puso en pie para aplaudir a estos dos grandes músicos que como regalo volvieron a sus instrumentos para cerrar de nuevo al compás de una traviesa bulería.

Antonio Guerrero 
Fotos: Joan Cortés




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