Esta semana visita El
Dorado un pellizquito de la historia del flamenco reencarnada en la joven
cantaora María Terremoto, descendiente de una estirpe legendaria.
Sobrecoge pensar lo que se ha cantao en esa familia y cómo se ha cantao.
Impresiona imaginar el eco
milenario que se aloja en tantos barrios, en tantos hogares y en tantos
rincones de Jerez.
Jueves 15 de febrero
de 2018. Entrada 12 Euros (socios gratis)
Sala Sandaru (C/
Buenventura Muñoz, 21, 08018 Barcelona)
María
Fernández Benítez “María Terremoto” es descendiente de
la saga de cantaores de la familia “TERREMOTO” de Jerez de la Frontera. Nieta
del genio del cante Fernando Fernández Monge “Terremoto de Jerez” e hija del
Cantaor Fernando Fernández Pantoja “Fernando Terremoto”. Así pues, es
inevitable pensar que lleva el cante en las venas. Sin embargo en el flamenco,
como en tantas profesiones, el arte no lo hacen los apellidos ni los topónimos.
Nos gusta decir que el arte lo hacen los artistas. Y en eso anda María
Terremoto, que orgullosa de su herencia trabaja cada día con ímpetu pero con
humildad para seguir creciendo y aprendiendo del arte y de si misma. “Mi padre, si
viviera, hubiese querido que mi lanzamiento como cantaora no hubiese sido tan
pronto. Él habría preferido que yo hubiese estudiado el flamenco en profundidad
antes de subirme a un escenario” (sic) contaba ella misma en la entrevista que
concedió a EL ESPAÑOL el 31 diciembre, 2015.
Aún así, al escuchar a María Terremoto hay
algo en su metal, en su rabia antigua que nos invita a preguntarnos cuántos
siglos lleva esa sangre templando sus fatigas por soleá, por siguiriyas... Resulta
mágico imaginar que en ella habita la simiente ancestral de la genialidad, pero
lo que realmente nos emociona es entrever la hechura y los mimbres que ya posee
para ser la cantaora que soñamos, la cantaora que ella ha decidido ser. “Los poderes que tiene Terremoto son una
potencia vocal enorme y un bello timbre. Conoce los estilos, desde luego, y su
sentido del ritmo la acredita como digna sucesora de su familia: su abuelo
Fernando Terremoto, su padre Fernando Terremoto hijo y su tía abuela María
Soleá” (Juan Verguillos – Diario de
Sevilla)
Desde que en la Navidad de 2014 se subiese a
las tablas del Teatro Villamarta de su Jerez natal para participar en la
Zambomba cantando el villancico de su padre “Diciembre”, son muchos los
escenarios y festivales por los que María ha paseado su talento, siendo
galardonada en la Bienal de Sevilla de 2016, y después de maravillar en un
concierto que muchos califican de histórico, con el Giraldillo Revelacion
cuando apenas tenía 16 años.
María es y quiere se cantaora; y quiere ser,
que ya lo es, Terremoto. “A mí me
gustaría formarme en solfeo, ser maestra de cante y, como mi padre, llegar a
componer”. La genética, el
timbre de voz y el poderío ya lo tiene. El oficio y la sabiduría se forja y se apuntala
día a día con el amor y con la pasión con la que María Terremoto afronta el
desafío: ser ella misma y seguir siendo Terremoto. Por lo pronto, esta noche
nos visita este vendaval de arte, de energía, de fuerza y de juventud.
En su concierto en El Dorado, María contará
con la complicidad del toque cabal y jerezano de Fernando Carrasco “Fernando de la Morena” (Jerez de la Frontera, 1985).
EL DORADO
SOCIEDAD
FLAMENCA BARCELONESA
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