De vez en cuando se reúnen en la Sala
Sandaru. Siempre en jueves. Van llegando poco a poco vestidos de gente normal
pero se les nota a la legua que son especiales
Que me han de matar de un
tiro…
De modo que ahí tienes a la
farmacéutica de los zarcillos de coral, a ese cartero juncal que lleva el sombrero
daleao, al estudiante sin libros y a
toda esa parroquia de personajes sospechosamente excéntricos y extrañamente
normales que va llenando la Sala.
y en esta calle se suena...
No son una secta pero cuando se apagan
las luces y se inicia la liturgia, suspiran olés en la oscuridad invocando el
espíritu del compás y recitando pa dentro
un sortilegio de métrica confusa: siete-ocho,
nueve-diez...un dos...
que me han de matar de un
tiro…
Y así, en silencio, con los ojos encendíos y las tripas mariposeás, aguardan religiosamente el
alumbramiento del arte, la explosión de la magia, la emoción: el pellizco
flamenco.
nunca llueve como truena…
A todos ellos, al tipo raro de la
oficina, a la misteriosa dama del tirititrán,
a los socios y a los amigos y amigas de ese templo chiquito que es El Dorado
les deseamos en estos días unas felices juergas y un año nuevo con mucho
duende.
con esa esperanza vivo…
EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa
Sociedad Flamenca Barcelonesa
Vente a los titirimundis
que yo te pago la entrá
Que si tu madre no quiere
Ay qué dirán qué dirán...
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