Norberto Torres, historiador del flamenco, y el guitarrista clásico Carles Trepat, exploran en El Dorado la relación histórica entre la guitarra clásica y la flamenca.
Los resultados de las más recientes investigaciones y la interpretación magistral de los clásicos catalanes de la guitarra abren nuevas perspectivas a la historia del flamenco.
"Guitarra clásica y guitarra flamenca en la Barcelona de la segunda mitad del siglo XIX: Intercambios y préstamos”, conferencia a cargo de Norberto Torres.
Jueves, 30 de mayo de 2013. 20 h. Entrada libre.
Recital a cargo de Carles Trepat, concertista de guitarra clásica.
Jueves, 6 de junio de 2013. 20 h. Entrada 10€, socios gratis.
Centre Cívic Parc Sandaru. Buenaventura Muñoz, 21. Barcelona.
Norberto Torres Cortés (Lyon, 1960), sobresale entre los mejores conocedores del flamenco y, muy en particular, de la guitarra. Entre sus libros destacan Guitarra Flamenca (2 vol., Signatura Ediciones. 2004), e Historia de la Guitarra Flamenca (Almuzara, 2005). En el Congreso Internacional de Arte Flamenco celebrado en Barcelona en 2000, presentó la ponencia “Reflexiones sobre el flamenco en las periferias: el caso catalán”.
Conferenciante habitual en el Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, donde viene dando cuenta de sus investigaciones históricas, en esta ocasión se centrará en la escena musical catalana de mediados del siglo XIX, tomando como punto de partida la figura de Trinidad Huerta, virtuoso de prestigio internacional que en 1849 ofreció conciertos en el Gran Teatre del Liceu, ampliamente reseñados en el Diario de Barcelona por Antonio Fargas y Soler.
Hasta 1859, Barcelona fue un lugar recurrente en la vida artística de Huerta, desde cuyo puerto inició un periplo por Andalucía, hacia el puerto de Málaga, para subir a Sevilla y bajar a Cádiz. Antonio Fargas y Soler destacó la gracia e ingenio con los que aquel guitarrista ejecutaba variaciones sobre bailes españoles, preflamencos, como la Cachucha o el Jaleo de Cádiz, a la vez que le censuró el gusto por el rasgueo del que Fernando Sor llamaba “sublime barbero”.
En 1860, Barcelona acogió la guitarra andaluza de otro joven concertista, Julián Arcas. Atraído por el ambiente guitarrístico de primer orden que se respira entonces, el más relevante de España, Arcas se ve rodeado de personalidades como las de Josep Anselm Clavé, Pablo Piferrer, José Viñas Díaz, José Ferrer, Domingo Bonet, Jaime Bosch (emigrado a París donde mantuvo una estrecha relación con el pintor Edouard Manet), el referido Fargas y Soler, Soriano Fuertes (entonces director del Gran Teatre del Liceu), José Broca y Codina, etc.
En 1962 se produjo el primer encuentro en Castellón entre el maestro Arcas y un joven que prometía, Francisco Tárrega, quien se instaló en Barcelona en 1884 hasta su muerte en 1909, y consolidó definitivamente a esta ciudad como la capital de la guitarra española, con un activo y casi místico magisterio en discípulos directos como Miguel Llobet, Daniel Fortea o Emilio Pujol.
En este contexto se inició básicamente en Barcelona el concepto de guitarra “clásico-flamenca”, del cual participaron entre otros Miguel Borrull, de gran influencia en el género y crucial en la historia del flamenco en Catalunya, su coetáneo Ramon Montoya, y la pléyade de guitarristas flamencos que tras la guerra civil se exiliaron a América: Esteban de Sanlúcar, Mario Escudero y Sabicas.
Esta conferencia de Norberto Torres está estrechamente relacionada con el recital que el prestigioso guitarrista Carles Trepat ofrecerá el próximo 6 de junio en El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa.
El Dorado, Sociedad Flamenca Barcelonesa, tiene por finalidad promover el goce, el conocimiento y la divulgación del Arte Flamenco. Para ello, organiza actuaciones de artistas flamencos, así como conferencias, cursos, audiciones y proyecciones audiovisuales, con particular atención a los aspectos del Arte Flamenco relacionados con la vitalidad creativa y la historia cultural de Barcelona y, en general, de Catalunya.
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